sábado, 25 de mayo de 2013

¿Sorpresa?

Te dije que te iba a hacer algo aunque fuese una tontería y bueno, aquí intentaré hacerlo ya que sé que lo vas a leer, así que espero que después de esto empieces a animarte un poco y no digas que tu vida es una porquería que seguro que tienes muchas cosas buenas y personas que están contigo haciendo que cada día sea especial o por lo menos diferente...

No sé ni que día ni en que mes te conocí, solo sé que hace ya un año y medio o más quizás, pero lo que nunca iba a imaginar era que formarías parte de mi vida, serías tan importante y que además entrarías en mi corazón e ibas a ser inolvidable. Sabes de sobra que nunca he tenido muchas palabras para ti, pero que tampoco me hicieron mucha falta porque aunque no lo dijese mucho siempre he intentado que entendieses todo lo que quería decirte y así más o menos fue... Ahora, después de todo, teniendo nuestros más y nuestros menos, sabiendo que la relación ya no es la misma, y que difícilmente volverá a ser lo que era, quiero decirte que ojalá las cosas no hubiesen cambiado tanto porque son muchísimos los días que me encantaría que volviera a ser todo igual que antes, pero no puede ser... Ahora solo quedan los recuerdos y el verte algunos días para darte dos besos y decirte que no te rindas nunca... Porque no puedes, no debes y no quiero que te rindas, siempre te has merecido lo mejor y sé que lo tendrás...


martes, 21 de mayo de 2013

Revolviendo en el cubo de los recuerdos que no fueron basura.

Es patético decir después de todo que la echo de menos, que sus recuerdos siguen golpeándome en la espalda para esconderse cuando me giro y dejarme el olor de su perfume por todo el cuerpo, que siguen jugando conmigo como su nombre juega al escondite en algún rincón de mi corazón. Es triste... patético y triste saber que su mirada se puede volver a cruzar con la mía, pero que mis brazos no pueden entrecruzarse con su cuerpo, una vez más, como cuando atábamos nuestros cuerpos para siempre en aquellos viajes hacia la luna que solíamos hacer cuando teníamos un rato libre en nuestra condena. Y es doloroso... patético, triste y doloroso saber que su sonrisa jamás me va a poner el mundo del revés, saber que su sonrisa no me volverá a sonreír cuando yo sonría y saber que lo de andar juntos en un mismo camino ya se ha acabado y no porque alguno se haya desviado por las curvas de otro cuerpo.

Y me da pena... porque es tan patético, triste y doloroso que ni siquiera es patético, triste y doloroso, me da pena porque a esto no le puedo poner palabras, porque el silencio podría tener mejores argumentos y quizás hasta mejores soluciones, sin embargo, no me las quiere decir y aquí estoy, revolviendo en el cubo de los recuerdos que no fueron basura, intentando sacar algo de provecho fuera de casa.

jueves, 16 de mayo de 2013

Ley de vida.

Aunque nos cueste entrar en esta vida, un día nacemos, vivimos una infancia que puede ser mejor o peor, pero que casi siempre nos termina dejando sonrisas y recuerdos de aquellos días cuando cualquier tontería nos hacía feliz y después, después crecemos, y lo conocemos... Conocemos un nuevo sentimiento, algo distinto que nunca nos había ocurrido y que puede con todo, y es ahí... cuando de verdad vivimos, y sobretodo cuando vamos a morir.

lunes, 13 de mayo de 2013

Así es la vida.

Te fuiste y me dejaste solo, bueno, solo no. Me dejaste con tus miradas fugaces a modo de despedida, con tus palabras que hacían que soñase y con más de una noche de esas que despertaban a la luna y hacían dormir a los demonios. Y tú, te quedaste con todo lo mío... Con mis sonrisas que salían solo para ti, con mi corazón que latía cuando te acercabas, con algún que otro suspiro y hasta con la almohada donde te soñaba cada vez que dormía, pero así es la vida, ¿no? 

jueves, 9 de mayo de 2013

"Lo normal" - Marwan

Las cosas empezaron bien, nos vimos unos días. Cine mantas, risas, cervezas, maquillando el pasado para parecer más de lo que somos... vamos, lo normal. Así unos días hasta que uno de los dos pidió algo más. Ese fue el punto de ruptura para que el terreno que pisábamos comenzara a desnivelarse. Vinieron entonces los pretextos, los regates, los mensajes a deshora, las llamadas distanciadas en el tiempo... vamos, lo normal. Se empezó a cumplir esa extraña teoría de que el amor son vasos comunicantes donde uno quiere y otro se deja querer. Al final, con el corazón sin presupuesto, tú te cansaste de perseguir, de no encontrar las llaves que abrían las puertas de mi alma y una buena tarde, después de unas semanas dándote excusas para no verte me enteré de que volabas en otro colchón. Con otro que no era yo y yo, que tantas veces te esquivé, comencé a quererte. Vamos, lo normal.

jueves, 2 de mayo de 2013

Lo que duele no es la caída, es el aterrizaje.

Al final todo lo que un día empieza sin estar premeditado, sin que ninguno sepa que va a comenzar, hace que vayas subiendo poco a poco como si de una escalera se tratase donde, arriba del todo, está la felicidad... Cuanto más subes, más feliz estás, mejor te sientes y con más ganas sigues peldaño a peldaño continuando... Te da igual lo que ocurra fuera, tú solo estás centrado en que cada acción, palabra o sentimiento demostrado te hará subir un peldaño más y así sigues, miras hacia la escalera y día a día te ves más cerca de ser feliz, pero pasa algo, porque siempre pasa...
Cuando estamos ya bien altos, nos paramos, miramos alrededor y vemos que no todo es esa escalera...  que si miras hacia abajo la distancia es demasiada... que nos podemos caer y hacernos daño... Vemos en general, que hemos estado centrados en llegar a la felicidad por esa escalera y ni siquiera nos dimos cuenta de que cuanto más subíamos más rotos estaban los peldaños y más peligro había de caernos, hasta que sucede... Pasa que te encuentras sujetado fuertemente a un solo peldaño en mitad de la escalera y sin saber qué hacer... Miras hacia arriba y ves que no hay nada, que ni siquiera está esa felicidad que antes veías a todas horas, y miras hacia abajo y tampoco hay nada...
Te vas cansando... Los peldaños que antes subías con las acciones, palabras o sentimientos que te iban demostrando ya no están ahí. No aguantas más, la caída es inminente, sabes que no queda otra, miras el camino recorrido, sonríes... Y caes.