Y por mucho que no quiero
y que lo intento
llevo las ganas -de llorar-
siempre en los adentros.
Y es difícil así
dejar la mente en blanco
intentando sobrevivir
a no soltar el llanto.
Pero es tortura
y también condena,
vivir entre muertos
y no darte pena.
Que quién ama
siempre vive
y quien no ama
nunca escribe
pero quien muere
es porque no le aman
y quien escribe
es porque ama..
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